El primer edificio de la Facultad de Ciencias Químicas
Resumen
La construcción del plantel en el cruce de las calles Guerrero y Progreso, fue uno de los ejemplos más notables –como diría el rector Enrique C. Livas– de las energías creadoras de la gente de Monterrey, al confluir la voluntad de los alumnos e ingenieros universitarios, con la ayuda económica del gobierno del estado, la filantropía de los industriales de la localidad –incluídos los de Cemex y Fundidora–
y la acrisolada labor de respetables personajes en el manejo de los fondos. Así, se erigieron aulas y laboratorios que coadyuvaron al progreso productivo de la entidad.